lunes, 1 de febrero de 2010

EL ESCRITOR Y EL SILENCIO


Edward Munch -silencio


Después de su retiro en los bosques de New Hampshire, la reciente muerte de Jerome David Salinger (1919-2010) autor de “El guardián entre el centeno” (1951), trae a mi consideración aquellos escritores que se enclaustraron voluntariamente para escribir por puro placer de hacerlo. Tal fue el caso de Darwin (1809-1882), que por causas de salud decidió vivir, alejado del bullicio, en Dawn House; el de Flaubert (1821-1880) para quien la muerte de su madre en 1872 y la incomprensión de muchos, lo alejaron de sus amistades; el de Tolstoi (1828-1910), que en sus últimos años se refugió en su ciudad natal Yasnaia Polaina; el de Knut Hamsun (1859-1952) cuya admiración por la vida campestre le condujo a Noerholm en pleno bosque; el de Proust (1871-1922) que tras la muerte de sus padres, en 1905 se aisló en su casa de París para volcarse en su obra “En busca del tiempo perdido”; el de Beckett (1906-1989), amigo de Joyce, que después de la concesión del Nóbel se encerró en su casa y desconectó el teléfono. También aquellos que todavía viven: Onetti (1909), el gran indiferente al prestigio y al éxito para quien escribir es su manera de vivir y Patrick Süskind (1949) autor de “El perfume” que vive recluido en su ciudad natal. Ejemplo de todos ellos fue Lao Tsé (entre los siglos VI ó IV a. C), cuyos pictogramas significan anciano-maestro, que convertido en el paradigma del puro silencio, nos dejó “Tao Te Ching”.

Sin embargo, no debe olvidarse que si en la vida hay un mínimo de pura voluntariedad que depende de cada uno, encontramos también un máximo de total necesidad sujeto a las circunstancias.

Por ello, pienso que cuando es pura libertad, convengo como declaraba Rouseau, que lo propio de “ser adulto es estar sólo”, es aprender a ser capaz de decir “no gracias” y convertir la vida en puro “silencio” voluntario entre dos ecos opuestos, nacimiento y muerte. En este la edad adulta es el mejor tiempo para crear y la soledad es siempre inmejorable elección creativa. Los ejemplos son ostensibles y todos pasaban de los cincuenta y cinco años: Cervantes (1547-1616) escribió el Quijote (1605), Pasteur (1822-1895) administró la primera vacuna (1881) y Picasso (1881-1973) pintó el Guernika (1937).

Pero, cuando la soledad es abandono y algo impuesto, situación en la que pueden contarse con los dedos de la mano quienes quedan a tu lado, entonces se debe clamar por el calor humano y la búsqueda sensata de soluciones políticas y sociales.

Dicho esto, no podemos olvidar aquellos que lo dan todo por ser figura mediática y complacer a sus admiradores. Paul Auster, es uno, quien con gran entusiasmo de su club de fans recogió el nóbel de los escritores de la ciudad de León (España). Pero ello, no anula la posibilidad de que su novela “Invisible” (Ed. Anagrama-2009) sea el deseo de un cierto silencio personal.

5 comentarios:

Literalia dijo...

Estimado Antonio:
Leído un par de textos de tu autoría, percibo que has acumulado algo difícil de atesorar en los tiempos actuales: "Experiencia".
Me refiero a ésta en su más amplio sentido, pues tu estilo historiador, crítico, sensible, se matiza con un profundo sentimiento de nostalgia.
Te quiero invitar a mi proyecto, que aunque dista un poco de tu obra, bien puede significarte un placer al ayudar a jóvenes escritores.
Para tal fin, te remito e-mail para ser más amplio.
Afectuosamente: Arturo Juárez Muñoz (México)

Literalia dijo...

Estimado Antonio:
Te he enviado un par de correos y no he tenido fortuna de contar con tu respuesta.
Saludos:
Arturo Juárez Muñoz

Antonio Ansias Albizúa dijo...

Buenos días Arturo

Hay un desfase entre e-mail y el blog que todavía no sé controlar. Hoy te he enviado escrito sobre mi actuación como "juez otorgante".

Saludos Antonio

Nery Aragonés Sánchez dijo...

Antonio:
He tenido la fortuna de disponer de algo de tiempo para poder deleitarme con tus escritos. No quería leerlos con el tiempo pisándome los talones, y por fin, conseguí dedicarles el tiempo que se merecen.
No puedo más que darte las gracias por aventurarte a compartir con el mundo tus experiencias, sensaciones, sentimientos...
Un saludo, Nery.

Antonio Ansias Albizúa dijo...

Buenas noches Nery,
En verdad, me alegra tu visita. Espero que podamos impartir nuestras experiencias y conocimientos.
Antonio